24 nov 2011

Φ

Ya hemos comentado en clase la importancia del número Φ y de la sección áurea en la creación artística.

El arquitecto suizo Le Corbusier ideo un sistema de medición basado en las proporciones del cuerpo humano y la proporción áurea, que bautizó como Modulor:


Una aplicación práctica a la arquitectura de este sistema puede observarse en una vivienda unifamiliar construida en La Plata (Argentina), la Casa curutchet.

La utilización de la proporción áurea no se limita a la arquitectura. Durante la historia de la pintura occidental, sobre todo a partir del Renacimiento, son innumerables los ejemplos de composición basada en la proporción áurea, como en este cuadro de Seurat, baño en Asnières:

La cabeza del personaje principal está situada en la sección áurea de las medidas horizontal y vertical del cuadro.


Por último, señalar un curioso ejemplo de la proporción áurea aplicada a la música. En el primer movimiento de su Música para Cuerda, Percusión y Celesta, el compositor húngaro Béla Bartók, uno de los compositores más importantes del siglo XX, utiliza la serie de Fibonacci y la proporción áurea para estructurar la composición, no sólo temporalmente, sino también armónicamente:


Os dejo un vídeo donde podéis escucharlo. La aparición de Φ es muy clara, pues justamente en el compás 55 (34+21), de los 89 (55+34) de los que consta la obra, se alcanza el clímax sonoro. Si miráis la barra de progresión del video veréis que ese momento el indicador de posición se encuentra justo donde estaría la sección áurea de la barra completa:



Tanto la percusión como la celesta también comienzan su intervención en las secciones áureas de la primera parte y de la segunda parte respectivamente, como se puede ver en el gráfico de la obra más arriba.

Como curiosidad, el movimiento más famoso de esta obra es el tercero, que fue utilizada en una famosa película de terror, El Resplandor: (lo que hacen los timbales se llama glissando y realmente pone los pelos de punta...)


10 nov 2011

Fotos con cajas de zapatos

Primeras fotos tomadas con nuestras cajas de zapatos en el taller de tecnología. En ellas colocamos papel fotográfico, con lo que obtenemos un negativo que luego, mediante contacto, convertimos en positivo.

Estos son los negativos:


Aquí están las versiones en positivo:


Para conseguir un mejor resultado intentaremos mejorar la iluminación y determinar con más precisión el tiempo de exposición, aunque es difícil, pues utilizamos distintas cajas, con distintas medidas. De todos modos, están muy bien para ser nuestro primer intento.